Así que con más pinta de Celedón que de montañera clásica por aquello del paraguas, salí de casa rumbo a la estación, preguntándome si ya encontraría a alguien alli y topándome en el camino con unos cuantos gaupaseros que me miraban un poco al bies ...
Menos mal que nada mas llegar a la estación me encontré con Nieves, su camisa de cuadros, y sus calcetines del Perú ... y ya bien acompañada ... el día empezó a pintar mejor :-)
En el primer vagón, mendizales clásicos y tambien actuales iban entrando ufanos y sonrientes, ante la mirada y los comentarios de los más madrugadores: Nati orgullosa de su súper mochila y su cencerro nos hacía un paseíto; Pili, la futura Miss, vestida de mendizale-arrantzal aguardaba ya sentada, nuestro capitan sparrow, con pantalón de pana blanco inmaculado, sonreía orgulloso de su makila :-O) AnaG entró enseñando camisa a cuadros debajo del chubasquero y reclamando “que llevo, que llevo ”, Goiki y su txapela nos hicieron otro paseito, Angel, Paco, Tom … y así, hasta la primera gran ovación que fue para Jon y su aparicion estelar en Amezola, acompañado de Alberto y Amaia.
Pero no todos vinieron en tren, ya en Alonsotegi, Jorge Baraka, “damo de honor” llegó con su kaiku y su txapela en bus, Trapu con gorro y camisa a juego, e Idoia y Cris ambas con la camisa a cuadros de rigor. Claro, luego Jesus, vestido como siemmmmmpreeeee ... se preguntaba en el bar porque Belén nos atendía a todos antes que a él ... :-)
Y aunque lloviznaba, lloviznaba y volvía a lloviznar, al mal tiempo buen humor y buen paraguas y el burro echó a andar ...
La primera parada fue en el pequeño refugio de La Fuente del Oro, para desprendernos de chubasqueros, capas y paraguas, y hacer cuanto menos la foto oficial...
A partir de aquí, el grupo se fue disgregando y cada uno a su ritmo y manera, poliki poliki, unos pasando por Zamaia y Gongeda, y otros sin pasar, todos todos alcanzamos la verde cima del Ganeko, salvando los 940 m de desnivel que la separan del centro del pueblo.
Y aunque había dejado de llover, optamos por dejar la etapa a Santa Lucía para mejor ocasión, e iniciar el descenso al refugio del Pagasarri; descenso, repleto de caidas y resbalones, y es que quien más quien menos, todos nos las vimos y nos las deseamos para mantener la compostura en semejante barrizal.
Ya en los soportales del refugio del Paga, dimos buena cuenta de nuestras viandas, que algunos muy metidos en su papel habían envuelto en papel de periódico o estraza: queso, chorizo, morcilla, tortilla, y como no, la bota de vino de Juanjodido, amen de alguna que otra botellita mas.
Y por fin llegó el momento de la verdad. Con todos los votos ya en el interior de la bolsa-urna, se procedió a formar la mesa :
- presidente de mesa y notario : Paco (burrilmente famoso por su rigor y profesionalidad),
- mano inocente: Jesus (que tuvo que recurrir a sus conocimientos como egiptólogo para descifrar algunas votaciones),
- secretaria y manuense (servidora)
- azafato y azafata : Angel y AnaG .
Uno a uno los votos fueron leyéndose en alto, mientras la emoción y el nerviosismo crecían hasta hacerse insoportables cuando se hizo evidente el duelo a librar entre Nati y Pili por un lado y Jorge Baraka y Jon por otro, alzándose finalmente Pili y Jon como Miss and Mister Mendizales Clasicos 2010.
Y llegó el momento de la coronación e imposición de bandas, y mientras Angel cumplió su cometido con gracia y profesionalidad, hete aquí, que Jon tuvo que ganarse el premio una vez más, porque nuestra azafata comprobando que a ella también le sentaba la banda como un guante, decidió que le gustaba y decidiendose a luchar por ella, le espetó a Jon algo así como ... ¡quítamela si te atreves ¡¡¡¡ y Jon se debió atrever porque aunque yo no quise mirar, lo cierto es que después de unos cuantos pim zas pum uf ay ... Jon lucía orgulloso su bien merecida banda.
Deportistas y deportivos nuestros dos ganadores, repartieron su "botella–premio" con el público presente, y como ya se sabe, después del vino ... los cantos regionales...
y como de esto ya tenéis video en gmail, solo decir, que la lluvia y el mal tiempo deslucieron pero no "aguaron" nuestra primera salida de los clásicos, que empezó en mi pueblo y terminó casualmente con la cervecita de rigor en mi barrio :-)... y que colorín colorado, esta crónica se ha acabado.